lunes, 10 de octubre de 2011

U-ru-guayo! U-ru-guayo!



Consternados, Rabiosos

Así estamos
consternados
rabiosos
aunque esta muerte sea
uno de los absurdos previsibles
da vergüenza mirar los cuadros,
los sillones, las alfombras.
Sacar una botella del refrigerador
teclear las tres letras mundiales de tu nombre
en la rígida máquina
que nunca
nunca estuvo
con la cinta tan pálida
Vergüenza tener frío
y arrimarse a la estufa como siempre
tener hambre y comer esa cosa tan simple
abrir el tocadiscos y escuchar en silencio
sobre todo si es un cuarteto de Mozart
Da vergüenza el confort
y el asma da vergüenza
cuando tú comandante estás cayendo
ametrallado
fabuloso
nítido
eres nuestra conciencia acribillada
Dicen que te quemaron con qué fuego
van a quemar las buenas
buenas nuevas
la irascible ternura
que trajiste y llevaste
con tu tos
con tu barro
Dicen que incineraron
toda tu vocación
menos un dedo
Basta para mostrarnos el camino
para acusar al monstruo y sus tizones
para apretar de nuevo los gatillos
Así estamos
consternados
rabiosos
claro que con el tiempo la plomiza
consternación
se nos ira pasando la rabia quedará
se hará más limpia
estás muerto
estás vivo
estás cayendo
estás nube
estás lluvia
estás estrella
Donde estés
si es que estás
si estás llegando
aprovecha por fin a respirar tranquilo
a llenarte de cielo los pulmones
Donde estés
si es que estás
si estás llegando
será una pena que no exista Dios
Pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
comandante.

Mario Benedetti
Montevideo, octubre de 1967

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